¿Producción Ecológica o Producción Sostenible?

La moda de lo ECO, BIO o simplemente sostenible.

Cada vez hay más demanda de productos con etiqueta ecológica o “bio”, ya no es una moda, es real, y muchas empresas o sectores ven en este campo un buen negocio.  No olvidemos esto, no deja de ser una nueva forma de vender más, y (o), más caro.

Pero vamos a centrarnos en concreto en nuestro sector, producción de cítricos y aguacates.

En la región Valenciana está regulado por la Conselleria de Agricultura:

Mediante el CAECV se regula y certifica las superficies y actividades agrícolas.

Para resumir el difícil reto de conseguir una certificación de Producción Ecológica vamos a enumerar las principales normas que hay que cumplir para este fin:

• Demostrar que el terreno no ha sido nunca cultivado y tratado con productos químicos o no autorizados para producción ecológica.
• En caso de terrenos ya con plantas, demostrar que en los últimos tres años no han sido tratados con productos no autorizados.
• Una vez en producción certificar que las labores, tratamientos, recolección y envasado cumplen la certificación.

Parece fácil, pero para ello tienes que contratar y pagar de tu bolsillo a un Agencia Calificadora autorizada por la Conselleria.

¿Qué certifica?

• Que el agua de riego no contenga nutrientes químicos. El 90% de los cultivos de cítricos son regados por aguas de pozos comunes reconvertidos en asociaciones de regantes que incluyen los abonos químicos en el agua. Por tanto, tienes que poseer un pozo propio, o regar con agua de embalses que antiguamente se canalizaba por acequias, acequias que ya no existen, por la conversión a riego localizado de las parcelas. Paradójicamente los acuíferos de casi toda la región mediterránea están contaminados con niveles altos de nitratos, afortunadamente nuestra zona no. (mapa)

• Que para combatir plagas, malas hierbas o abonar la tierra sean productos autorizados. Por ejemplo, si tienes una plaga como el “Cotonet de Sudáfrica” tienes que combatirlo con depredadores ya que no puedes utilizar pesticidas. Estos depredadores (Cryptolaemus montrouzieri) cuestan 1.000€ cada suelta de 5.000 individuos, valido más o menos para una hectárea.

• Para el control de ácaros, las bolsitas que hay que colgar en cada árbol del depredador Neoseiulus californicus, vale 0,5€, contando la mano de obra de colocarlos.

• Además, no son las únicas plagas, trips, mosca de la fruta, etc.
• También hay que contar con los abonos naturales, caros y difíciles de conseguir, mano de obra para cortar las malas hierbas. Tampoco se pueden corregir carencias por vía foliar de manera efectiva, etc.

Todo lo anterior nos lleva a producir una naranja “eco”, pero cara, y de un aspecto poco comercial (véase en la foto). Ya que el ataque de las plagas no es posible pararlo al 100%con métodos naturales.

¿Quién compraría esta fruta? Sí, seguro que hay gente que lo aprecia y la compraría sin problemas, pero no la mayoría.

He hicimos una prueba:

• Hace 8 años decidimos dedicar una finca de 26 hectáreas a la producción de Aguacates.
• Queríamos que fueran lo más ecológicos posible y los plantamos intercalados entre los naranjos existentes.
• En esta finca dejamos de aplicar productos fitosanitarios hasta el limite de no hacer ninguna aplicación. Ni química ni ecológica, como un campo silvestre. Eso sí, cortábamos las malas hierbas para no facilitar la reproducción y el anidamiento de las plagas (en invierno bajan al suelo para hibernar).
• Los dos primeros años fueron muy difíciles, plagas descontroladas, árboles feos y débiles, baja producción, aspecto general de abandono. (véase en la foto)

• Curiosamente los aguacates aguantaron como si nada, si no fuera por las embestidas ocasionales de los jabalíes, que campan a sus anchas por nuestra zona (véase en la foto).

• Al 4º año ya había una pequeña producción de aguacates y de alguna manera compensaba la mala o nula producción de naranjas (véase en la foto).

• Después del 5º año la naturaleza hizo el milagro, las plagas aparecían y desparecían por efecto de sus predadores naturales. Se había creado como una burbuja donde la naturaleza actuaba sin ayudas. Afectaban a los árboles, pero no causaban grandes daños, a las naranjas sí, ya que su piel marca el ataque, aunque no penetre en el fruto.
• Comercializamos la fruta, los Aguacates sin problema, el aguacate y su fruto son mucho más resistentes a plagas que los naranjos.
• Las naranjas decidimos enviarlas a Francia, país que tiene una cultura “eco” mucho más avanzada, o eso creíamos…
• Las vendimos fácilmente, pero, nuestro cliente nos dijo que no quería más, ya que le había costado mucho vender por su aspecto.

Conclusiones que sacamos:

• La gente quiere “eco” pero de buen aspecto.
• No estamos preparados realmente para hacer cultivos 100% “eco” y que tengan un canal de distribución seguro.
• Las instituciones no facilitan la reconversión a cultivos “eco”, la normativa es muy difícil de cumplir, y cara de ejecutar.
• No compensa, en el caso de las naranjas.
• Es muy fácil conseguir una producción de Aguacates sin productos fitosanitarios. Solo tiene una plaga que le afecta, el Ácaro Cristalino (Oligonychus perseae), que se combate fácilmente con una aplicación de Azufre, autorizado en agricultura ecológica.

Acorde con todo lo anterior, tomamos las siguientes decisiones para nuestra producción:

• En las fincas donde plantamos aguacates no se hace ninguna aplicación química
• En las fincas que hay solo naranjos y están integradas en riegos comunitarios, las aplicaciones químicas son las mínimas necesarias para la calidad de los frutos y con productos permitidos como grasas vegetales, productos a base de cobre, predadores y ocasionalmente algún acaricida certificado como sostenible. El único problema son los abonos, ya que sí se utilizan abonos químicos por la comunidad de regantes.
• En las fincas donde el agua es de nuestros pozos la fertilización es con productos orgánicos, tales como aminoácidos de origen vegetal y productos de materia orgánica ecológica.

No tenemos la certificación ecológica, pero tenemos el convencimiento de hacer todo lo posible en producir frutos de calidad con el menor impacto posible en la naturaleza, y resaltamos la palabra “convencimiento”, porque no es suficiente en hacer lo que te facilite la certificación, es importante estar convencidos de que lo que hacemos sirve para el futuro de nuestro planeta y lo que dejaremos a nuestros hijos.